La visión de futuro nos invita a actuar de forma proactiva ideando ese mañana, desde nuestros valores, principios, actitudes y fortalezas. Supone liderar y soñar el destino donde queremos estar. Esa claridad es la que nos mueve y nos da la fuerza de voluntad suficiente para empezar a generar los cambios para el logro del futuro deseado. Es una actitud emprendedora necesaria para sacar adelante los sueños personales, familiares, educativos y por supuesto empresariales. Tener una visión requiere de un punto de referencia de éxito que nos permite cambiar nuestros paradigmas y ser mas competitivos para superar los desafíos del siglo XXI ; ayuda a generar confianza en mí mismo y el querer colaborar con otros en aras de construir un espacio de relaciones donde las diferencias individuales se convierten en una fuente de oportunidades.
El Ministerio de Educación Nacional (MEN) en la Guía 39, la ha definido como: Estructurar un proyecto de vida acorde con las necesidades, las expectativas personales las oportunidades y las posibilidades del entorno.